La diversión en un casino online puede llevarse a cabo en cualquier momento y lugar: solo necesitamos disponer de una cantidad de dinero para hacer un depósito y una conexión a Internet. Dado que el acceso al juego está literalmente al alcance de la mano, es mucho más difícil parar. No hay nada que te impida jugar en el trabajo, la escuela o el autobús. Lo que nos lleva a esta pregunta: ¿qué es ludopatía?
En pocas palabras, la ludopatía o adicción al juego es una necesidad compulsiva de seguir jugando a pesar del daño que puede causarnos. En este artículo vamos a profundizar en aspectos como sus síntomas, consecuencias, posibles causas, tratamiento y prevención.
Qué es la ludopatía y sus consecuencias
Ludopatía, significado: la adicción al juego en línea es una adicción progresiva clasificada como un trastorno del control de los impulsos.
También se conoce como juego patológico y se puede definir como una implicación problemática imparable y repetida en actividades de juego, que puede causar un daño significativo a los recursos financieros, las relaciones interpersonales y al bienestar físico y psicológico.
Un ludópata es una persona que padece adicción al juego y aún así, continúa participando en actividades de juego sin importarle las posibles consecuencias en los distintos aspectos de su vida. Los ludópatas están dispuestos a asumir riesgos comprometiendo bienes valiosos como su estabilidad financiera, la salud y las relaciones con personas queridas para seguir jugando en los casinos en línea, el póker o las apuestas deportivas.
Algunas de las consecuencias son los efectos físicos como problemas de salud y/o aumento de peso, efectos psicológicos como ansiedad o depresión, efectos a corto plazo como deudas o sentimiento de culpa y efectos a más largo plazo como pérdida del trabajo, ruptura de relaciones, problemas legales, aumento del consumo de alcohol u otras substancias y más. Vemos este tema más en profundidad a continuación.
Ludopatía - síntomas
A menudo se hace referencia a la ludopatía como un problema silencioso, simplemente porque una adicción al juego no siempre salta a la vista. Los signos a menudo se pasan por alto como si fueran otra cosa, como un deseo de jugar a distintos tipos de juegos, un impulso de ganar dinero o cualquier otra cosa, pero en realidad se trata de un trastorno compulsivo que está fuera de control. A menudo, el afán de jugar es tan fuerte y la adicción es tan seria que pueden producirse graves consecuencias personales y sociales.
Por una razón u otra, puede resultar difícil reconocer los signos de la adicción al juego ya que muchos ludópatas llevan una vida aparentemente normal, pero en el fondo existe un grave problema.
Los siguientes pueden ser los signos más visibles de un problema de juego:
Pérdida de control e incapacidad para controlar los impulsos de jugar
- Problemas en el trabajo, ausencias o falta de concentración
- Preocupación por el juego y pérdida de interés por otras aficiones o responsabilidades
- Aumento de las cantidades jugadas para recuperar las apuestas perdidas o experimentar la misma emoción
- Impacto negativo en las relaciones con las personas más cercanas
- Ocultar a los familiares el dinero y el tiempo que se dedica a apostar
- Robar para apostar
- Negar que se tiene un problema
- Problemas de salud como ansiedad, irritabilidad, dolores de cabeza, molestias estomacales y estrés
Causas de la adicción al juego
La adicción puede deberse a un estrés subyacente relacionado con un momento difícil de la vida, ya sea laboral, sentimental o económico. Pero también puede ser el resultado de una personalidad adictiva, propensa al comportamiento compulsivo.
Asimismo, hay razones emocionales fundamentales que pueden contribuir al desarrollo y al círculo vicioso de la ludopatía. Estas son algunas de ellas:
- Superar el aislamiento social visitando casas de apuestas o casinos
- Sentir un subidón de adrenalina y dopamina, las llamadas sustancias químicas cerebrales "felices”
- Intento de evadir sentimientos desagradables y problemas que no pueden resolverse fácilmente
- Aburrimiento y deseo de pasar el tiempo
- Relax y desconexión después de un día estresante
Impacto de la adicción al juego
La mayoría de los jugadores ocasionales dejan de jugar cuando pierden o ponen un límite a las cantidades que están dispuestos a perder. Pero las personas con un problema de ludopatía creen que se ven obligadas a seguir jugando para recuperar su dinero, un patrón que se vuelve cada vez más destructivo. Estos efectos empiezan siendo pequeños y a menudo se acumulan, causando estrés en nuestras vidas.
La adicción puede afectar gravemente a todos los ámbitos de la vida. Cuando pensamos en los efectos del juego, nos vienen a la mente ciertas cosas que son consecuencias derivadas de la ludopatía como pérdidas económicas, quiebra de un negocio, pérdida del empleo o falta de vivienda.
Pero además, tenemos que ser conscientes de los efectos emocionales del juego que muchas personas experimentan independientemente de cuánto apuesten o con qué frecuencia lo hagan, como problemas de salud mental y ruptura de las relaciones personales. Pueden ser graves no solo para nosotros, sino también para los miembros de nuestra familia y para nuestros amigos.
Tratamiento de Ludopatía
Algunas personas pueden dejar de jugar por sí solas pero muchas necesitan ayuda con el tratamiento de adicciones y para resolver sus problemas de juego. Y hay datos que nos pueden resultar muy sorprendentes: solo una de cada diez personas con ludopatía busca tratamiento.
El juego afecta a las personas de diferentes maneras y puede modificar partes del cerebro relacionadas con la experiencia de recompensa o excitación. El tratamiento del trastorno de ludopatía puede ayudar a revertir lentamente estas vías hacia el funcionamiento normal del cerebro.
Los diferentes enfoques sobre cómo dejar la ludopatía pueden funcionar mejor para diferentes personas. Se utilizan varios tipos de terapia para tratar los trastornos del juego, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) que intenta cambiar los pensamientos y comportamientos que son fundamentales para mantener un patrón de conducta (por ejemplo, el trastorno de juego), la terapia psicodinámica que pretende tratar los problemas y conflictos emocionales subyacentes que podrían haber desencadenado la adicción al juego de una persona, la terapia de grupo y la terapia familiar.
El asesoramiento psicológico puede ayudar a las personas a entender el juego y a reflexionar sobre cómo les afecta a ellos y a su familia. También puede ayudarnos a considerar distintas opciones y resolver problemas.
No existen medicamentos específicos para tratar los trastornos del juego aunque algunos medicamentos pueden ayudar a tratar trastornos concurrentes como la depresión o la ansiedad. También el apoyo de nuestro círculo de confianza puede ser fundamental para que nos recuperemos de la ludopatía.
El asesoramiento psicológico puede ayudar a:
- Ganar control sobre el juego
- Sanar relaciones familiares
- Controlar el impulso de jugar
- Manejar el estrés y otros problemas
- Encontrar otras cosas que hacer con el tiempo
- Poner en orden las finanzas
- Mantener la recuperación y evitar los desencadenantes
Ludopatía - ayuda
Aunque pueda sonar simple, el primer paso para superar una adicción al juego es darse cuenta de que se tiene un problema. Y admitirlo conlleva una gran fuerza de voluntad y valentía.
Recuperarse de un problema de juego no siempre es fácil, de hecho, es más bien todo lo contrario. Puede requerir trabajo duro y una gran fuerza mental, pero muchas personas con adicción al juego consiguen dar un giro a sus vidas gracias a su esfuerzo y al apoyo de sus allegados.
Hay muchas maneras diferentes de superar este problema. Algunos jugadores prefieren intentarlo solos, aprendiendo a calmar las emociones desagradables que les impulsan a jugar y a relajarse de formas más sanas como hacer ejercicio, pasar tiempo con amigos que no jueguen, dedicarse a nuevas aficiones o practicar técnicas de relajación.
Otros buscan el apoyo de su red más cercana, reforzando su círculo de apoyo y acudiendo a amigos y familiares. También podemos unirnos a un equipo deportivo o a un club de lectura, intentar acercarnos a compañeros de trabajo, apuntarnos a alguna clase o curso y colaborar como voluntario en una buena causa.
Pero posiblemente la manera más efectiva es buscar ayuda en grupos de apoyo en los que podemos compartir nuestras experiencias con gente que ha vivido la misma situación y guiados por profesionales con experiencia.
Junto con todo lo mencionado anteriormente, hacer terapia psicológica individual para tratar otros problemas derivados de la ludopatía como la depresión, el estrés o la ansiedad, también es una muy buena idea.
Prevención
Todos entendemos lo importante que es detener un problema antes de que empiece, siempre que sea posible. Prevenir una adicción al juego nos ahorrará mucho dinero, tiempo, salud y esfuerzo a largo plazo.
Aunque la prevención tiene enormes beneficios, parece que a veces es uno de los aspectos más olvidados de la adicción, ya que solemos enfocarnos en el tratamiento. Centrarse únicamente en paliar las consecuencias posteriores y descuidar la prevención es como intentar parar una enorme bola de nieve que ya ha empezado a rodar montaña abajo.
Es posible que si muchos jugadores con problemas de ludopatía se hubiesen centrado en poner freno al problema, quizá no estuviesen en esta situación.
Algunas maneras útiles y sencillas de prevenir la adicción al juego:
- Establecer una cantidad máxima para jugar
- Establecer un límite de tiempo de juego
- Jugar para entretenernos y no para ganar dinero
- Entender cómo funcionan los juegos y los casinos
- No intentar recuperar las pérdidas
- Darnos cuenta de cuándo ya no es divertido
Gracias a las estrictas normas impuestas por los reguladores más respetados (MGA, DGOJ…), los casinos online ponen a disposición de los jugadores una gran cantidad de herramientas de juego responsable, que ayudan a controlar el gasto y el tiempo pasado jugando.
Muchos sitios van más allá y ofrecen páginas específicas de prevención del juego problemático que suelen contener toda la información sobre el uso de estas herramientas, un formulario de autoevaluación sobre hábitos de juego e incluso enlaces a asociaciones de ayuda, como Jugadores Anónimos, GamCare, GambleAware y otras.
Cómo dejar la ludopatía
¿Sabías que menos del 10% de las personas con problemas de juego buscan ayuda debido a la vergüenza y el estigma asociados a este trastorno?
Aunque la adicción es una enfermedad compleja, existen muchas opciones para ayudarnos a superarla y recuperar el control de nuestra vida.
Para vencer el problema, es importante conocer sus factores desencadenantes. En otras palabras, debemos comprender las razones de nuestra ludopatía y los factores externos que pueden estar contribuyendo a ella.
Por ejemplo, estar rodeado de amigos con los mismos hábitos influye negativamente en muchos ludópatas. Además, es más probable que juguemos cuando estamos bajo los efectos del alcohol, ya que este puede reducir nuestras inhibiciones y aumentar los comportamientos de riesgo.
El impulso de jugar puede ser intenso y, mientras lo experimentamos, podemos tener la sensación de que va a durar para siempre. Sin embargo, estas sensaciones pasarán. Prestar atención a nuestro bienestar emocional puede ayudarnos a recuperar el control sobre estos impulsos y desarrollar resiliencia frente al juego.
Mantenernos alejados de las situaciones de alto riesgo es esencial cuando intentamos dejar la adicción. En lugar de pasar horas jugando al casino, es una buena idea llamar a familiares o amigos para quedar a tomar un café. O podemos distraernos con una actividad como ver una película, practicar ejercicios de meditación o ir al gimnasio.
También es buena idea enumerar los beneficios de dejar de jugar. Un trastorno de juego puede tener muchas consecuencias negativas, desde agotar nuestras finanzas hasta destruir relaciones cercanas. Aunque la vergüenza y la culpa pueden ser peligrosas en la recuperación, un pequeño momento de reflexión puede motivarnos a mejorar.
Si pensamos en cómo nos ha afectado el juego en el pasado, podremos dar pasos para evitarlo en el futuro. Pensamientos como las dificultades económicas, el daño que hemos podido hacer a seres queridos o la presión que el juego ha ejercido sobre nuestra salud física y mental, pueden hacer que nos demos cuenta de que no queremos seguir jugando. ¡Calcula el dinero y el tiempo que has dedicado al juego y piensa en formas mejores de emplearlos!